Acercamientos al paisaje

Para este taller abordamos varias estrategias de acercamiento al paisaje, representandolo desde la forma más clásica mediante pintura y papel hasta la intervención sobre el mismo.
Hicimos caminatas, diseñamos instrumentos musicales a partir de residuos para crear un paisaje sonoro. Creamos al final una revista que se encaminaba al resultado de todas las actividades del taller.
Para este taller tuvimos la participación de Ulises Figueroa, Ana Belén Paizanni y Enrique Arriaga Celís.






El recorrido para ver los trabajos y registrarlos comenzó con el equipo de Ana, un grupo conformado en su mayoría por mujeres. El resultado fue un trabajo muy detallado con una tendencia al desarrollo de personajes, fue una maqueta que parecía un espacio de juego con la temática de un rancho o granja con ciertos elementos de fantasía. Siento que a nivel visual y formal este trabajo fue bastante exitoso. El equipo optó por delimitar el espacio con un circulo de piedras; el trabajo estuvo dispuesto sobre la tierra. La disposición permitía una vista de 360 grados, pero no se exploró tanto sobre el espacio. Se hicieron comentarios por parte del equipo que nos explicó con una especie de narración la maqueta, las participantes mostraron gran entusiasmo por hablar sobre el trabajo, los talleristas hicimos algunas observaciones sobre los resultados y se reconoció el trabajo realizado.

Pasamos con el equipo que coordinó David, éste se ubicó en la parte trasera de la escuela en un espacio un poco escondido, creo que es el sitio de preferencia de algunos los integrantes del equipo, que en su mayoría eran hombres. Los motivos de su maqueta eran una rampa inspirada en un skate park, un volcán con un río, árboles y una especie de palapas. La idea de representar un espacio natural-tropical con elementos de un parque de diversiones y un río que bajaba desde el volcán me pareció interesante. Ellos construyeron su maqueta sobre un pedazo de cartón que luego colocaron sobre el piso de concreto. Al parecer cada integrante colaboró con una parte de la maqueta y lo interesante fue que ésta tenía un aspecto muy similar, como si hubiera estado hecho por la misma persona o por un equipo que ha trabajado antes en colaboración. Los integrantes no quisieron hablar mucho sobre su maqueta y únicamente hubo comentarios breves sobre la disposición del trabajo y sobre las dudas de qué representaba cada elemento.

De ahí nos dirigimos al área donde trabajó el equipo de Ulises, ellos decidieron emplazar su maqueta sobre un declive en un espacio de tierra y pequeños montículos que daban a la cancha grande de futbol. Este trabajo me pareció bastante acertado en la comprensión de las premisas del ejercicio, también se notó que cada integrante trabajó una pieza en específico, pero a su vez, todos los trabajos se integraban y de alguna manera dialogaban entre si. La maqueta consistía de varios componentes que representaban elementos naturales así como construcciones, edificios y espacios urbanos. Había una especie de volcán, un lote baldío, una vía de tren circular, una papelería, un río, entre otros. Incluso al momento de mostrarlo los integrantes del equipo utilizaron agua para simular un río dentro de la maqueta, otro aspecto notable fue el reconocimiento y aprovechamiento de las características y elementos del área elegida; por ejemplo, se utilizó un montón de grava como una montaña a escala, se aprovechó el declive del terreno y se utilizó un pequeño tronco de árbol apara agregarle hojas e instalar la vía férrea alrededor.
Noté entusiasmo por parte de este equipo al momento de presentar su trabajo. Se comentaron los aciertos y se hizo hincapié en la espacialización del mismo.
Parece que algo que sirvió para que se diera esta condición de espacialidad fue que el equipo realizó un boceto de cada una de sus propuestas y que luego los unieran para obtener un mapa general del espacio. (Enrique Arriaga Celis)





















Algo de lo que me he percatado es de la multiplicidad de inteligencias que se presentan en el desarrollo de las sesiones; algunas que se dirigen hacia dentro del sujeto, íntimas, privadas  y otras que van hacia fuera que se conectan con las ideas circundantes y se entremezclan con el mundo interior de los chicos. Pienso que en este momento se está articulando la personalidad y el comportamiento cognitivo de los chavos; se aprende disciplina y se experimenta con el deseo propio.
Después de haber participado en más de cinco talleres con los adolescentes, me doy cuenta, como proceso personal, que he ido variando la forma de acercarme a ellos. En un principio intenté tratarlos como trataría a un adulto; partiendo del presupuesto equivocado de que existía un ciento por ciento de convicción en sus afirmaciones, y teniendo la esperanza, como cuando se habla con un adulto, de estar captando su atención a traves de los conceptos que exponía. Pero la dinámica es bien distinta. No es con adultos con quien se trata. En todo caso son, como diría Silvio Rodriguez, unos seminiños mirando las cosas.  En los adolescentes hay confusión respecto a todo; la vía para navegar es mucho más instintiva, apela a la corporeidad y la emoción más que a la razón y la mesura cualidades, aunque desgraciadamente no siempre, adultas. Por tal motivo los adolescentes reaccionan más a la energía del expositor que al contenido  de su discurso. Las palabras deben ser las indicadas en la cantidad justa.  Mi actitud se ha vuelto necesariamente más enérgica. (David)













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